sábado, 2 de julio de 2011

PUERTO DE TACHOS Periódico Conexión 2000 Arte y Cultura

Foto: Puerto de La Boca- Año 1880

El crecimiento de La Boca cobró impulso en tiempos de Rosas.  Para el año 1836, la Vuelta de Rocha era conocida como Puerto de los Tachos, por la cantidad de astilleros rudimentarios, talleres y saladeros que tenía en las márgenes del Riachuelo,  a los que fueron  agregándose ranchos precarios, almacenes y pulperías.

Cuando los opositores al Gobierno de Rosas debían huir de Buenos Aires hacia la Banda Oriental del Uruguay, por lo general tomaban la calle Larga de Barracas (hoy Montes de Oca) camino que conducía al embarcadero. Frecuentemente, los partidarios de Rosas sorprendían a los fugitivos en la Vuelta de Rocha.

Una antigua leyenda de La Boca cuenta que entre los árboles de la Vuelta de Rocha, algunas noches aparecía la sombra blanca de un unitario ahorcado. La leyenda encontró su explicación racional en una sabana blanca, que el mazorquero Andrés Parra colgaba en el árbol de la casa de su amante Misia Robustiana al solo efecto que el Restaurador de las Leyes Brigadier Juan Manuel de Rosas pudiera ubicarlo cuando lo necesitaba.


Entre 1830 y 1850, se fueron asentando en La Boca las primeras familias genovesas. En las décadas posteriores la inmigración fue masiva, llegando a ser la población italiana superior a la argentina. La actividad del puerto crecía ya que era utilizado para la carga y descarga de productos manufacturados de la Ciudad. Con el puerto surgía un nuevo barrio obrero, en el que comenzaban a levantarse los conventillos. Para 1870, La Boca se había transformado en el puerto de la Ciudad de Buenos Aires y para 1895 era la segunda sección de la Capital. Sobre una población de 38.000 habitantes, 17.000 eran argentinos, 14.000 italianos, 2.500 españoles y el resto de otras colectividades.


 

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