lunes, 27 de junio de 2011

Recuerdos del Carnaval Boquense . . . Juventud Bar Oriente Periódico Conexión 2000 Arte y Cultura

Se fundó en 1952 con un grupo de amigos asiduos concurrentes del Bar Oriente de Olavarria e Iberlucea. Nació el primer día del año nuevo y su entonces presidente, Andrés Farro recordaría ese trascendental momento para la Revista Confirmado en febrero de 1968 de esta forma: "Estábamos un día de 1952 en la puerta del café de la esquina. Era Año Nuevo: todos nosotros, con quince años menos, esperábamos con muchas esperanzas un año más. ¿Por qué no salimos en estos carnavales? Ese año las fiestas cayeron en el mes de febrero. Así nació esta murga, la Juventud Bar Oriente, y desde entonces han sido varios primeros premios los que conseguimos."

Se habían organizado como Club Social y su sede estaba en Olavarría al 700. La misma Revista Conformado señalaba que: “... a la entrada de esa casona de Olavarría al 700, a pocas cuadras del estadio de Boca Juniors, un cartelón escrito con tizas de colores informa: "Lunes, miércoles y viernes 21.30 horas: ensayo para la comparsa 1968." A partir de las 9 de la noche un aluvión de socios y socias promueve la gama de ruidos más infernales. Tanto que algunos vecinos prominentes, los integrantes del grupo teatral Caminito han prometido denunciarlos a la policía si los bombos unidos siguen filtrándose como subversión, en los esquicios de la pieza que actualmente representan, Angelito, el secuestrador. Mientras, un angustiante pinturón del hijo dilecto de la Boca, el pintor Quinquela Martín, pendía del salón principal: -era la colaboración del maestro en la ardua financiación del murgón”.

Teresa Zocco, recordaría para la Revista El Corsito en septiembre de 1995 Después de disfrutar de la comida se iban todos a la puerta de calle -la casa estaba en plena calle Olavarría- y allí admiraban con alegría el paso constante de las murgas y comparsas, y aplaudían con fervor desatado a la Juventud Oriente, que era la murga de la cuadra. "Los muchachos de entonces ensayaban muchísimo, casi desde la mitad del año. -agrega-. El integrante más simpático, el que más recordamos hasta el día de hoy, se disfrazaba de indio. Parece una cosa así nomás, pero era todo un personaje". Tereza dice que ya en aquellas épocas las murgas contrataban gente de teatro para aumentar su atractivo: "la Juventud Oriente tenía un actor que aparecía disfrazado de bailarina española que era una maravilla". En realidad, cada agrupación tenía su rasgo característico”.

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